Muchas de las personas que vienen a terapia lo hacen huyendo de la tristeza, pero esto no sólo lo veo en sesión, todos nosotros en cierta manera intentamos desterrar la tristeza de nuestras vidas. No la queremos ni en pintura e intentamos alejarla de nosotros todo lo que podemos. Puede parecer algo sano hacer esto, pero nos olvidamos de un pequeño detalle: la tristeza es una emoción básica. No podemos huir de ella porque la necesitamos para vivir. Es cierto que es molesta, pero nos ayuda a valorar lo que no queremos en nuestra vida y nos advierte de las cosas que tenemos que cambiar.
No puedo hacer este post sin hablar de la película “Inside out”. No sólo porque la película sea una pasada a nivel psicológico sino porque en ella la tristeza tiene un papel fundamental. Hay un momento de la película muy gráfico que muchas veces explico en terapia: ese momento en el que la alegría traza un círculo de tiza y mete ahí a la tristeza para que no moleste, la destierra. Eso es lo que hacemos muchas veces con esta emoción, y al hacerlo, no le permitimos fluir ni expresar porqué está ahí. Por tanto, como no le hacemos caso, se hace más grande o presente, se magnifica para que la atiendas. En la película la tristeza lo que hace es tocar sin control todas las bolas de alegría para transformarlas en pena.
Así, debemos escuchar nuestras emociones en lugar de ocultarlas o intentar sustituirlas. Eso hará que entendamos su función y por tanto podamos elaborarla. Una vez dicho esto, voy a diferenciar la pena de la depresión, ya que aunque parezcan lo mismo, no lo son en absoluto.
¿Qué diferencias hay entre la tristeza y la depresión?
- La tristeza es un estado emocional que no debemos evitar (como he dicho anteriormente) pero lo que sí que tenemos que evitar es que esa tristeza nos invada por completo (depresión). Todos podemos tener un momento, día o época triste. El problema es cuando esa tristeza se apodera de nosotros y nos anula. Cuando no hay momentos de alegría y sólo se tiñe de negro, estamos hablando de depresión, que es un problema psicológico.
- Es normal sentirse triste cuando has vivido una pérdida o un cambio que te provoque malestar. El problema es cuando ese malestar te impide ser tú mismo/a, pierdes el interés por todo lo que antes te gustaba y te da pereza hacer cualquier cosa. En la depresión aparece la apatía, un círculo vicioso difícil de romper, ya que ésta se alimenta de la culpa por no hacer nada, por no ser quien quieres ser. Eso hace que te deprimas más y por tanto, te dificulta hacer cosas.
- Cuando uno se siente triste puede tener momentos de desconexión o alegría, mientras que cuando uno está deprimido, la emoción predominante es la tristeza y no puede salir de ella por más que lo intente.
- En la depresión suelen haber emociones asociadas como la soledad, el vacío, la frustración y la culpabilidad. Aparecen frecuentemente mensajes autodestructivos como: “eres un/a inútil”, “no vales para nada”, “mira en lo que te has convertido” y pueden haber planteamientos de suicidio al no encontrarle sentido a la vida o verla como una lucha constante. En la tristeza todo esto no se da, la persona es perfectamente capaz de diferenciar sus habilidades y quien es. Es un estado temporal y por tanto, no se percibe una generalización tan grande.
- La depresión puede aparecer sin una causa aparente (o eso puede parecer, porque lo cierto es que todo síntoma tiene su razón de ser), aparece de forma gradual y nos damos cuenta cuando ya estamos muy hundidos. La tristeza suele estar asociada con algún cambio en algún aspecto de la vida de la persona: pérdida de un ser querido, cambios socio-culturales o económicos, pérdida del trabajo, etc., se entiende, puede ser repentino y tiene una razón de ser.
¿Qué puedo hacer si me siento triste? ¿Cómo puedo hacer que la tristeza no se convierta en depresión?
- Escuchar la emoción. Deja sentir la emoción, eso hará que puedas elaborarla. Muchas veces utilizo la analogía de la digestión. Escuchar la emoción es masticarla, al masticar haces que la digestión se ponga en marcha y si masticas bien esta digestión será más rápida. Por tanto, escuchar la tristeza hará que puedas digerirla con más facilidad.
- No te dejes llevar por la tristeza. Está bien escuchar la pena, pero una vez hecho este trabajo y elaborado, hay que buscar el cambio. Haz cosas que te hagan sentir bien, desconecta de la pena y aumenta tus momentos positivos.
- Si empiezan a aparecer pensamientos autodestructivos como: “no valgo para nada”, “soy un/a inútil”, intenta ver qué hay de cierto en ello. Seguro que hay algo para lo que vales, algo harás bien en esta vida, es imposible que no sepas hacer nada. Busca las excepciones a esos pensamientos tan generalizadores.
- Hazte una rutina. Si ves que estás dejando de hacer cosas que te gustaban, oblígate a hacerlas. Normalmente la tendencia es dejar de hacerlas porque no te apetece. Eso es la apatía que está empezando a hacer acto de presencia. Sigue con tu rutina, eso te ayudará a no caer en depresión.
- Busca el lado positivo de las cosas. La tendencia es a volverse una persona negativa y pesimista. Intenta buscarle el lado positivo a todo, busca el vaso medio lleno.
- Ponte metas. Deja de quejarte y cambia todo aquello que no te gusta. Ponte manos a la obra para tener la vida que quieres llevar.
Si haces todo lo comentado, es muy probable que la tristeza se quede en algo pasajero y no acabe volviéndose un trastorno.
Me gustaría acabar este post con un proverbio chino que muestra la diferencia entre la tristeza y la depresión:
“No puedes evitar que los pájaros vuelen sobre ti, pero sí que puedes evitar que aniden en tu cabeza”.
Encarni Muñoz
Psicóloga sanitaria 16918