El 31 de mayo es el día mundial sin tabaco, quizás un buen día para marcarse el objetivo de dejar de fumar. ¿No te parece?
Son muchas las personas que quieren dejar de hacerlo pero no lo logran. ¿Por qué? Hoy te explico las condiciones que se deben dar para lograr el éxito en este objetivo.
¿Qué tengo que hacer para dejar de fumar de forma exitosa?
- Objetivo deseado: La primera condición es sin duda la fuerza de voluntad. Es decir, de nada sirve que intentes dejar de fumar porque alguien te lo ha recomendado, por una apuesta o por obligación, sino porque sientes que quieres hacerlo realmente. Si tu motivación no es suficientemente poderosa, es probable que o no lo dejes, o lo hagas durante un periodo corto de tiempo. Así, para intentarlo tienes que estar realmente convencido/a y no dudar, puesto que se trata de una adicción, aunque a veces se nos olvide.
- Encontrar el momento emocional adecuado: Mucha gente intenta dejar de fumar cuando por un motivo de salud (un resfriado o una bronquitis por ejemplo) han estado sin encenderse un cigarro durante días. Muchas personas consideran que ya han pasado el “mono” y no les ha costado nada. Pero eso no es verdad, para desintoxicar el cuerpo de la nicotina del tabaco se requiere un mínimo de ¡90 días! Y en ese periodo de tiempo quien no está realmente motivado o su estado emocional no es el óptimo, recae, puesto que el craving todavía está ahí. Otras veces me he encontrado con personas que vienen a terapia para trabajar algunos temas emocionales y me comentan que paralelamente quieren dejar de fumar. Mi respuesta siempre es la misma: “vamos por partes. Primero encuéntrate mejor emocionalmente y luego ya dejarás de fumar”. Cuando una persona está emocionalmente inestable, está más triste o ansiosa que de costumbre, iniciar el proceso de desintoxicación del tabaco no es la mejor de las soluciones. Ni será exitoso para mejorar el estado de ánimo ni para dejar de fumar. Cada cosa a su debido tiempo.
- Quien ha sido adicto, siempre será adicto: Mucha gente se ofende cuando se le dice que tiene una adicción porque fuma, especialmente si fuman ocasionalmente como los fines de semana o en ciertas circunstancias sociales. Se ha normalizado tanto el hecho de fumar que no parece que sea algo perjudicial para la salud, pero lo es y mucho. Hasta tal punto que quien ha sido adicto al tabaco lo será durante toda la vida. Y eso no quiere decir que no se pueda dejar de fumar y no volver a coger un cigarro nunca más. Me explico; seguramente conozcas a alguien que un día dejó de fumar así de repente y estuvo 20 años sin coger un cigarro, hasta que un día, por hacer la gracia en algún evento, “probó” una calada y a partir de ahí volvió a fumar. Esa es la prueba mayor de que la abstinencia debe ser total durante toda la vida. En el momento que bajas la guardia y crees que lo tienes superado, si fumas un cigarro estás perdido/a. Hay que concienciarse de que debe ser un acto para toda la vida, como si te hubiera salido una alergia alimentaria tan fuerte que si vuelves a ingerir ese alimento te puedes morir. Se puede dejar una adicción pero hay que ser siempre consciente de que no puedes volver a probar esa sustancia.
- Olvidarse de los falsos mitos: Mucha gente piensa que el tabaco es relajante, y lo utilizan como método de relajación en periodos de estrés o cuando quieren relajarse. En realidad hacer esto es totalmente contraproducente, no sólo porque te perjudicas la salud y aumentas la adicción sino porque no es cierto que el tabaco relaja. Lo que relaja son las respiraciones profundas que haces cuando inhalas y exhalas, pero eso también lo puedes hacer sin tabaco. Hay que recordar que las sustancias que contiene cada cigarro son excitantes, y por tanto, aumenta el nivel de ansiedad, así que es totalmente falso que el tabaco relaje. Lo que te relaja también es la ansiedad de fumar, es decir, el mono, pero mientras menos tiempo aguantes, más cigarros necesitarás progresivamente.
Y ahora, ¿Cuál es la mejor manera de dejar el tabaco?
En realidad no hay una mejor manera de dejarlo, hay que valorar cuál es la mejor manera para ti. Por norma general hay dos grandes maneras de poner en práctica la desintoxicación:
- De forma brusca: Esto significa dejar de fumar de golpe, de un día para otro y sin pasos intermedios. Generalmente la gente espera a acabar el paquete o bien se selecciona un día representativo y se tira el paquete de tabaco que queda. Este procedimiento supone una gran carga ansiosa, puesto que el cuerpo está acostumbrado a una gran dosis de nicotina y otras sustancias adictivas y al no recibirlas, aumenta el nivel de ansiedad, irritabilidad y susceptibilidad emocional durante un tiempo. Este procedimiento es ideal para la gente que se autoengaña con la reducción progresiva aunque supone una gran fuerza de voluntad para no recaer.
- De forma gradual: La reducción se hace paulatinamente, se cuenta el número de cigarros que se fuman al día y se van reduciendo poco a poco cada semana, hasta llegar un momento en el que sólo se dejen los cigarros más difíciles de quitar, es decir, aquellos que están más condicionados como por ejemplo el de después de comer o el de antes de irse a la cama. Esos se mantienen hasta que la persona no siente la necesidad de fumar y se siente fuerte para dejarlo completamente. Este proceso es más largo, por lo que no es apto para impacientes o para personas que tengan tendencia a postergar las cosas o autoengañarse. Sin embargo, supone un choque menos impactante para el cuerpo y se suele tolerar mejor a nivel emocional.
Además de todo esto, para lograr el éxito puedes hacer otras cosas como:
- Habla con tus amigos/as para que no te ofrezcan tabaco bajo ninguna circunstancia y no accedan a darte aunque tú lo solicites o ruegues.
- Rodéate de personas que no sean fumadoras, así evitarás la tentación.
- Deja hábitos condicionados que te hagan más difícil dejarlo, al menos temporalmente. Por ejemplo, si siempre que sales a cenar acabas fumando, evita salir fuera a cenar durante los primeros meses.
- Descárgate aplicaciones que te ayudan a calcular cuánto tiempo de vida llevas ganado, cuánto dinero has ahorrado y cuántos días llevas sin fumar.
- Haz una hucha y llénala con el dinero que te gastabas antes en tabaco. Cuando la tengas llena, gástate ese dinero en algo que te haga especial ilusión, es decir, date un gran premio.
Ahora ya sabes cómo puedes dejar de fumar, y recuerda que si necesitas el apoyo de un profesional, hacer una psicoterapia para dejar de fumar puede ayudarte.
Encarni Muñoz Silva
Psicóloga sanitaria, colegiada nº 16918